Me voy, me voy, me voy, es tarde me voy

Me estoy yendo y no me quiero ir, mi sombra se embarcó en un avión y espera por mi, lo que falta es mas tiempo, lo que falta es… no falta nada. Tengo un pie al otro lado del mundo y hago equilibrios aquí con el que queda, es que me estoy yendo pero no me quiero ir. Disculpe usted si no logra comprender estas líneas yo tampoco las entiendo muy bien, quizás es que mi capacidad lírica si alguna vez existió también se fue. No me abandonaron, solo aguardan por mi en otro lugar lejos de aquí, donde solo falto yo, porque mi ropa, mis zapatos y mi sombra ya están allá. Aquí solo queda una carga inmensa, inmensísima de recuerdos, sitios que aun huelen a ti y no los quiero dejar. Ay mis sueños, mis recuerdos, si cupieran todos en una caja que no se me perdiera jamás. Ay vida si dobladito entraras en mi maleta, y quizás no sabes que me estoy yendo y es por ti que me quiero quedar.

El futuro, me repito. El futuro no está aquí, está en ese otro lugar que es muy alegre lleno de gente alegre escuchando música alegre con sus bebidas que los mantienen alegres. Y otros ojos me encontraré como los tuyos y otras vidas enfermas me tropezaré. Otros ojos, me repito. Te diré un secreto que me cuesta creer… si me pides que me quede aquí me quedo. No lo puedo creer la estupidez siempre desfila en mi cabeza cuando presiente algo definitivo, un cambio que como una simple brisa pasa a mi lado. Y que cosas se me ocurren bah solo tonterías. Dejaré entonces que esta vez el viento escoja, porque aun teniendo pasaje todo dependerá de si me levanto temprano, si encuentro taxi, si el avión tiene suficiente gasolina o por último depende de si el viento está a favor del armatoste ese o de mi.


Lo cierto es que ya lo sabía, ya lo esperaba, me estoy yendo pero es no me quiero ir.