martes, marzo 25, 2008

AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR



A ti, que de ser en casi todo el último, eres ahora el primero. A ti, cuyos movimientos rápidos y nerviosos es un placer sentarse a ver. A ti en quien el alcohol hace graciosos estragos. A ti, cuya presencia se extraña cuando pasas mucho tiempo lejos de mí. A ti, que secundas todos mis planes mal hechos con el mayor agrado. A ti, que teniendo por derecho la autoridad de decirme todo lo mal que voy por la vida solo te preocupa que me divierta, aunque sea a costas de otros y temas que quizás, alguna vez, también a costa de ti sea. A ti, que estas exhausto de ayudar a todos pero seguirás haciéndolo. A ti, que en otra vida fuiste el mejor actor porno y te quedaste con los diálogos. A ti, que eres precavido hasta tambalear en el miedo. A ti, que definitivamente te has quedado conmigo en las buenas y en las malas. A ti, que te diviertes con todas las estupideces que soy capaz de decir por segundo. A ti, si, a ti, el del tic en la pierna. A ti, que eres perfecto subiéndome el ego. A ti, que eres perfecto en tantos modos… a ti te escribo.

Todo hay que reconocerlo, lo bueno y lo malo. Y después de tanto y después de escribir sobre tantos, es justo que le escriba al único que me ha escogido siempre. Esto trata de la importancia que tienes para mí, de la forma en que afectas mi vida por eso el tono egocéntrico. Prometo que cuando mueras leeré un lindo discurso sencillo que solo hable de tus virtudes y tu trato con el resto de los mortales. Lo que si debo decir es que no existe en toda la cristiandad sonrisa más dulce que la tuya. Una vez me dijiste “gracias por ser” es mi turno de devolverle el cumplido buen amigo.

miércoles, marzo 05, 2008

No te salves




No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entoncesno te quedes conmigo.


Mario Benedetti